El barrio de la escuela
Era zona de casas quintas.
Había poca edificación. Las calles eran de tierra... con el tiempo las fueron
adoquinando.
Por la avenida Segurola
circulaban los colectivos 225 (ahora 85) y el trolebús 314 (ahora línea 114)
Donde actualmente está
laboratorio Elea antes fue Parke Davis, pero antes aún hubo un Club de la
Sociedad Inglesa
El Hogar Rocca era un
preventorio donde estaban internados chicos sin familia y otros que sólo veían
a sus padres los fines de semana. Estos chicos eran repartidos entre las
escuelas cercanas con micros.
En la Escuela 17 en 1949, se
cursaba 5º grado en el TT y 6º grado en el TM
Los pupitres eran de madera
con tinteros
En 1965 había un toldo en el
patio
No existía aun el jardín de
infantes. Lo que ahora es salón comedor, antes era sala de música.
Carmen Sorbille (abuela de
Diego y Lucía Beltrán) Cursó 2º a 5º grado en esta escuela de 1939 a 1942. Nos
cuenta:
La llamaban en aquel momento
“Santo Tomé” y tenía el Nro. 29 del DE 17.
En esos días se usaban los
delantales tableados y muy almidonados, moños grandes que sujetaban el cabello,
medias tres cuartos y zapatos bien lustrados.
La enseñanza era muy
disciplinada. Exigían mucha puntualidad. No te perdonaban ninguna falta de
ortografía.
Como carecíamos de recursos la
escuela nos daba cuadernos y el libro de lectura. Recuerdo uno en especial
“Alfarero” de 4º grado. Libro que después de muchos años mi hija volvería a
usar en esta misma escuela.
Recuerdo la imagen seria de
don Fortunato, el portero de la escuela, agitando su mano en señal de que era
tarde y nos apuráramos para entrar a la escuela
Octubre 1989. Me llamo Norma G. Molinari de Méndez fui
alumna de esta escuela desde 1948 a 1954, cuando la escuela aún no tenía nombre
ni tampoco sexto grado en el turno tarde.
En aquella época no había
jardín de infantes, ni patio cubierto. Los pisos eran de madera, al igual que
los pupitres, que tenían tintero incluido (el cual cada dos por tres
volcábamos)
Donde ahora es el jardín,
antes era la sala de música. Si había un
acto y llovía se celebraba ahí, ya que el patio no estaba cubierto.
El patio conserva aún los
mismos porta macetas, la campana y los bebederos.
La biblioteca estaba donde hoy
está la secretaría junto con algunos materiales didácticos como los mapas y el
esqueleto humano de cuerpo entero.
Había en cada salón cuadros
de próceres, que aún siguen siendo los
mismos de aquel entonces.
Las clases estaban compuestas
por 35 a 40 alumnos por grado aproximadamente.
Quiero mencionar también
algunos nombres de docentes y personal de la escuela de aquellos años, que
recuerdo con profundo cariños por el tiempo compartido.
La Sra. Directora Eladia
Fernández
Vicedirectora Aida de Palmieri
Mi maestra de 1º grado Sra.
Carolina Torres Viñas de Zucchi
Maestra de 1º superior Sra.
Matilda Julia Tersi
Maestra de 2º grado Sra. María
Angélica La Palma de Subi
Maestra de 3º grado: Sra.
Enriqueta P. de Fernández
Maestra de 6º grado: Sra.
María Cuñetti (de la que guardo particular afecto)
Así también a los porteros
Doña María y Don Fortunato que siempre rezongaban porque tirábamos los tinteros
y papeles al suelo.
Me gustaría decir que todos
estos hermosos recuerdos los llevo guardados en mi corazón. Ha significado
mucho para mí contarlo en esta narración. Y la historia no termina aquí, sino
que continúa con mis dos hijos Alejandra y Oscar, mi nieto Maxi. Son tres
generaciones de la familia en esta querida escuela, la cual respeto mucho y me
enorgullece como siempre que la veo avanzar para brindar una mejor educación.
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